sábado, 29 de agosto de 2015

Capítulo 33

Capítulo 33:
La mañana empezó bastante agitada en la casa. Pero, era uno de esos días en los que se notaba que la felicidad se había alejado un poco del lugar. Había un clima de tensión tan grande que se sentía desde todos lados.
Bruno: Buen día
Mar: Hola. Tu café está en la mesa
Bruno: Gracias. Y papá?
Mar: Se… se fue más temprano a trabajar
Bruno: Pasa algo?
Dora: Mami!! Tengo un juego nuevo que quiero probar, dónde está papá?
Mar: Está trabajando, mi amor
Dora: Bueno, entonces te lo muestro a vos
Mar: Ahora no puedo Dorita, tengo que terminar de hacer unos papeles, y después ir un rato a la discográfica
Dora: Pero un ratito!
Mar: Dora, te dije que no puedo. Tengo que trabajar
Dora: Mala!!- Salió corriendo
Mar: Dora, vení acá!! Todo va a salir mal hoy?
Bruno: Pasó algo con papá?
Mar: No, no pasó nada
Bruno: Segura?
Mar: Sí. Me voy a trabajar
Pero Bruno sabía que no estaba todo bien. Es más, creía que sus papás habían discutido por algo. Pero también sabía que él no podía hacer nada para ayudarlos, aunque quisiera.
Aunque conocía a la persona que sí podría.
Mar pasó gran parte de la mañana trabajando en la oficina de su casa. Llevó a los chicos a la escuela y a Bruno a la facultad. Y Urbino seguía durmiendo. Así que trató de enfocar su mente en lo que estaba haciendo, porque si no lo hacía, corría riesgos de perder la cabeza.
Anotaba cosas sin parar en su computadora, cuando escuchó el timbre de la casa. Y se sorprendió al ver a la persona que estaba del otro lado
Mar: Gitana? Qué hacés acá?
Jaz: Nada, pasé a visitar a mi amiga
Mar: Pero vos no deberías estar trabajando?
Jaz: Y pero salí un rato
Mar: Dale, no me mientas a mí
Jaz: Bruno me llamó. Me dijo que vos estabas mal, y pensó que yo te podía ayudar
Mar: Ese chico…
Jaz: Es un dulce. Se preocupa por vos. Y ahora que te veo, tenía razón. Algo te pasa a vos
Ambas se sentaron en la terraza de la casa. Era un día algo gris y lluvioso
Jaz: Contame
Mar: Peleamos. Otra vez
Jaz: Y por qué?
Mar: Por lo mismo de siempre, el trabajo, los chicos, la casa. Siento que ultimamente no estamos coincidiendo en nada. No nos vemos tan seguido como antes, y cuando lo hacemos terminamos discutiendo. Ya no sé que hacer
Jaz: Y qué pensas vos?
Mar: Es todo muy difícil. Thiago es el amor de mi vida, pero siento que estamos presionando las cosas
Jaz: Y él cómo está?
Mar: También mal. No somos los mismos de antes. No sé si es algo que pasó ahora o que se viene desgastando hace tiempo, pero es muy difícil seguir así
Jaz: Y por qué no vas a hablar con él? Así no se arreglan las cosas
Mar: Puede ser
Jaz: No, puede ser no. Hacelo. No hay otra manera. Vayan, y lo charlan tranquilos, antes que sea demasiado tarde. Se conocen, no deberías tener miedo de hablar con él
Mar: No me da miedo hablar con él. Lo que me da miedo es lo que pueda pasar luego de hablar
Jaz: No lo vas a saber hasta que lo hagas. Andá a la discográfica, buscalo
Mar:Esperá! Está el bebé dormido, no me puedo ir
Jaz: No te preocupes, yo me quedo con él un rato
Mar: pero vos no trabajás?
Jaz: te voy a decir la verdad. Avisé en el estudio que estaba descompuesta y mareada, y en realidad me quedé en casa mirando pelis. No tengo nada más que hacer
Mar rió un poco y abrazó a Jazmín, agradeciendo silenciosamente por la amiga que tenía
Mar: Gracias
Jaz: No hay por qué. Andá, dale. Suerte
Un rato después, Mar atravesaba las puertas de su discográfica, con el corazón latiendo muy rápido. Se dirigió a la oficina de Thiago, donde lo vió concentrado en la computadora. Luego de saludar a algunos empleados, tomó aire profundo y entró.

5 comentarios: