Capítulo 62

Hola a todas! Mil perdones por no poder subir antes!! Pero se los voy a compensar! Hoy voy a subir dos capítulos! Así que ya saben como es, más de 7 comentarios y subo el siguiente! Mil gracias por todo, y el el próximo capítulo les cuento sobre la maratón que estoy planenando!!

Capítulo 62:
El domingo a la noche los encontró sentados en el patio de la casa, riendo y tomando algo, disfrutando del la primavera que se hacía notar. Mientras los chicos se entretenían adentro jugando, ellos charlaban sobre la vida
Rama: No, eso no es cierto!
Cielo: Sí es cierto! Me lo vas a venir a discutir a mí?
Thiago: me parece que Cielo tiene razón, Ramita
Rama: Yo no incendié el colegio! Prendí fuego una cortina solamente
Kika: Solamente?
Vale: Y después le queremos enseñar a nuestros hijos a que se porten bien
Nico: No hables mucho vos, como si fueras el ejemplo a seguir
Rama: Sí, quién era la que hacía explotar autos?
Vale: Fueron épocas pasadas
Cielo: Todos eran bastante rebeldes, no se hagan los maduros ahora
Tacho: Sí, pero no son cosas de las que se puedan enterar nuestros hijos. Después cómo imponemos respeto?
Nico: Lamento decirles que sus hijos ya saben varias de éstas cosas, chicos
Mar: No importa. Nosotros tenemos que mostrarles lo que está bien o no
Cielo: No se pueden quejar. Todos son unos soles
Thiago: Sí, vení vos un día a casa antes de ir al colegio y decime qué te parecen
Siguieron charlando como siempre, nunca faltaban las bromas y burlas hacia alguno de ellos. Conforme avanzaba la noche, el sueño y el cansancio iba invadiendo a todos
Nacho: Y si nos vamos a dormir?
Tacho: Estás con sueño Nachito?
Nacho: A diferencia de ustedes, yo mañana trabajo
Luca: Todos acá trabajamos Nacho, no te creas más importante
Se desató una pequeña discusión entre los chicos como sucedía muy a menudo, para ver quién era el mejor en ciertas cosas. Pero todo paró cuando Maitena vino corriendo desde la sala, asustada y llorando
Kika: Qué pasa mi amor?
Maite: Están golpeando la puerta muy fuerte!
Nico: Como golpeando?
Maite: Sí, estabamos jugando con Dora en el hall y empezaron a golpear y a gritar que abran!
Los chicos intercambiaron una mirada de preocupación. Pero no tuvieron tiempo para pensar, porque en cuanto Maite terminó de decir lo que pasaba comenzaron a escucharse muchos gritos, golpes y el ensordecedor sonido de disparos. A todos los presentes se les heló la sangre. No tardaron mucho en reaccionar. Después de todo, no era la primera vez que pasaban por algo así.
Se metieron en la casa enseguida, a toda prisa. Dejaron todo como estaba en el patio, sin importarles nada. Lo bueno de esas situaciones es que sabían que lo principal era no perder la calma y protegerse
Mora: mamá, qué pasa?
Mar: Quedense adentro! Ya!!
Los ruidos eran cada vez más fuertes. Parecían gritos de guerra, horrorizantes. Mandaron a todos los chicos a la sala de ensayos para que estén seguros
Mar: No los dejen salir por nada del mundo
Bruno: Tranquila, nosotros los cuidamos
Nico: Cierren con llave y traben todas las ventanas. Y hasta que no los vengamos a buscar, nadie sale
Nico y Cielo intercambiaron una mirada que significó muchas cosas
Jaz: Qué? Qué pasa?
Cielo: Suponíamos que ésto podía llegar a pasar
Simón: Cómo? Y no dijeron nada?
Nico: No queríamos asustarlos
Los golpes se escuchaban cada vez más cercanos
Cielo: No se separen! Tenemos que ocultarnos también
Mel: No podemos dejar a los chicos acá solos!
Cielo: Van a estar bien. Corran!
Inmediatamente después de que Cielo gritó, varios hombres con los rostros cubiertos con un pasamontañas y armados entraron en la casa. La desesperación se adueñó de todos. Se escondieron donde encontraron lugar. Y sus corazones latían a mil por hora pensando en que se podían acercar a la sala de ensayos.
Pero por supuesto, Cielo tenía un plan. Y por eso es que no estaba tan asustada como el resto.
Trabajaban en equipo, ella desde el altillo Bruno en la sala de ensayos, y Paz en el escritorio. Y juntos lograron hacer que todos en la casa se vuelvan invisibles a la vista de los atacantes. Estos, confusos por no encontrar a nadie en la casa, se fueron. Y en ese momento fue que todos volvieron a respirar.