viernes, 4 de julio de 2014

Capítulo 38

Capítulo 38:
Thiago: Qué les hiciste? Dónde están?
Juan Cruz: No hacen falta los gritos
Thiago: Decime dónde están!! Te voy a matar
Juan Cruz: Estás seguro? Vos no podés matar ni a una mosca
Thiago: No me malinterpretes. Si querés venganza buscala conmigo, pero dejalos a ellos en paz
Juan Cruz: Qué conmovedor!!! El héroe quiere proteger a su familia
Thiago: Qué querés con ellos? Por favor!! Son un nene de 4 años y una mujer embarazada!!! qué daño pueden hacer?
Juan Cruz: el daño es para vos, hijo. Además, vos y yo sabemos que tu hijo es muy especial
Thiago: Les llegás a hacer algo y te juro que…
Juan Cruz: Qué me vas a hacer? Si vos no sos nada
Thiago: Ya vas a ver, las vas a pagar por todas
Juan Cruz: Vos seguí amenazando, mientras que tu mujer y tu hijo sufren
Thiago: No me conoces
Juan Cruz: Te conozco muy bien, y sé que aunque te estés muriendo por ir a rescatar a tu familia, no lo vas a hacer solo, porque sos un cobarde. Igual que Barto
Thiago: Te voy a matar, basura!!!!
Juan Cruz: Querés saber si digo la verdad? Escuchá
Juan Cruz sacó un teléfono de su bolsillo, y realizó una llamada
Juan Cruz: Sí, Breña. Poné el alta voz, pero no les digas que estás llamando, así no tienen que fingir  nada
Del teléfono se escuchaban gritos. Muchos gritos. También llantos, y voces. A Thiago se le heló la sangre al escuchar gritos de Mar que pedía ayuda desesperadamente, lloraba mucho y gritaba del dolor también. Luego se escucharon voces de hombres, y Thiago reconoció el llanto de Bruno, que parecía muy asustado.
Juan Cruz:  Ahora lo escuchaste. Y podemos torturalos aún más si hace falta. Todo depende de vos, Thiago. Tenés que decidir si te vas a arriesgar o no
Thiago: Que tengo que hacer?
Juan Cruz: No lo decidí todavía. Te lo voy a comunicar más tarde
Thiago: vení acá, dónde vas? Decime dónde están!!! Basura!!!!
Juan Cruz, alejándose, volvió a prender su celular, lo bastante fuerte para que Thiago escuchara. Del teléfono se seguían escuchando gritos de Mar, esta vez más fuertes, dolorosos, aterradores. Mar no paraba de gritar su nombre, pedirle que la salvara, y él no podía hacer nada
Thiago: Mar, no!!!!!! Por favor, no la lastimes!!! Mar, Mar!!!!!!- Thiago estaba desesperado. Lloraba y gritaba con todas sus fuerzas.
De repente comenzó a escuchar su nombre, esta vez más fuerte y claro. Parecía una voz angustiada, pidiendo ayuda.
Thiago se despertó de un salto y se sentó en su cama. Estaba agitado, temblaba y sobre todo estaba muy asustado. A su lado, Mar lo miraba con cara de preocupación.
Mar: Mi amor, estás bien?
Tardó unos segundos en entender. Se encontraba en su cuarto, calmado y silencioso, donde no había peligro. Todo había sido un sueño. O pesadilla, mejor
Thiago: Tuve una pesadilla espantosa. Soñé que Juan Cruz se los llevaba a ustedes, y que…
Estaba muy asustado, todavía sentía las emociones de su sueño. Mar lo abrazó, intentando calmarlo.
Mar: tranquilo, fue una pesadilla
Thiago: Pero fue horrible, Juan Cruz los lastimaba, y yo no podía hacer nada para detenerlo.
Mar: Ya está, pela. Estás acá, estamos todos bien. No te preocupes
Thiago: tengo miedo, mi amor
Mar hizo lo mismo que hace con su hijo cuando tiene una pesadilla. Acostó a Thiago en su pecho, acariciando su pelo, para relajarlo
Thiago: Te escuché, en mi sueño. Tu voz me despertó
Mar: Estabas gritando mi nombre, parecías muy mal. Me asusté un poco, y te quise despertar
Thiago: Gracias
Mar: Vos siempre me consolas cuando tengo pesadillas. Ahora tratá de calmarte y volverte a dormir, que no va a pasar nada.
Thiago: No creo que pueda
Mar: Tratá, Y si no, yo me voy a quedar despierta toda la noche con vos, te leo algún cuento, hago chistes o lo que quieras.
Thiago: Sos muy dulce. Te amo
Mar: Yo más. Ahora descansá. que yo no me voy a mover de acá.

20 minutos después Thiago se había dormido, o eso creía Mar. Intentó hacerse el dormido, y ella lo creyó, entonces volvió a dormir ella también. Thiago no quería que ella se quedara despierta por él. El solo hecho de sentir su suave respiración, sus latidos del corazón y su perfume lo calmaba. pero había una duda que le comía la cabeza: Había sido un sueño, o Juan Cruz estaba jugando de nuevo con su mente?

4 comentarios: