Capítulo 83

Mil gracias por tanto, son las mejores! Pronto va a pasar algo que van a amar!! Y les cuento que no falta mucho para que se termine esta parte de la historia!!!

Capítulo 83:

Mar: necesito urgente descansar un poco

Thiago: Te lo mereces, mi amor. Pasaste dos días en el hospital casi sin dormir

Mar y Thiago estaban en su habitación, a punto de irse a dormir, acostados en su cama

Mar: Ni loca me sacaban de ahí

Thiago: Gracias

Mar: No tenés por qué agradecerme. Los gestos de amor no se agradecen

Thiago: Pero te quedaste ahí por mí

Mar: Obvio que sí, no te iba a dejar ahí solo

Thiago: Sos increíble, mi amor

Mar: Igual, no la pasé nada bien. estaba muy asustada. Lloraba mucho

Thiago: Mar, yo te quería pedir perdón

Mar: Perdón por qué?

Thiago: Porque en el momento en el que me acerqué a Juan Cruz, no pensé en nada ni en nadie. Sentí ese impulso de enfrentarme a él, y no medí las consecuencias

Mar: Vos no tenés la culpa

Thiago: Sí la tengo. Si hubiera escuchado a los chicos, o a vos, que me estaban llamando… Solo pensaba en terminar con Juan Cruz. Ni siquiera pensé en Bruno y Mora, es horrible

Mar: Es entendible, Thiago. Juan Cruz nos manipula desde hace mucho

Thiago: Eso no justifica no haber ni siquiera pensado en que ese enfermo les podía hacer algo a mis hijos, o a vos. Me di cuenta de todo cuando estaba en el hospital, inconsciente. Tenía pánico de morirme ahí, y dejarlos a ustedes solos, con Juan Cruz, que puede hacerles cualquier cosa. Perdoname

Mar: No te tengo que perdonar nada, Pela. Ni yo ni los chicos te reclamamos nada. Yo sé que vos harías hasta lo imposible para que ellos estén bien, y con eso me basta

Thiago: Si les llega a pasar algo, te juro que me muero

Mar: No les va a pasar nada

Thiago: Y a vos? Estuvo a punto de matarte una vez con un auto

Mar: Yo sé que si me llegara a pasar algo a mí, mis hijos estarían bien cuidados

Thiago: No. No podría cuidarlos sin vos. No sé como hacés conocerlos tan bien… Sabés siempre por qué llora Mora, o qué le pasa a Bruno. Yo no sé cómo calentar una mamadera

Mar: Mi amor! Vos en serio pensás eso? Yo no tengo ni idea de cómo hacer ésto! Hay veces que creo que Mora se va a quedar sin aire de lo que llora, y yo no sé que hacer

Thiago: Somos un desastre como padres

Mar: Bueno, pero por ahora no se nos murió ninguno, y desnutridos no están

Thiago rió y abrazó a Mar

Thiago: Somos un desastre, sí. Pero lo que importa es que los queremos muchísimo, los cuidamos, y somos un desastre juntos

Mar: Obvio, siempre juntos

Thiago: No nos va a pasar nada, mi amor. Vamos a tener muchos hijos más, vamos a seguir haciendo las cosas mal, y nos vamos a morir juntos de viejos, y para eso falta mucho todavía

Mar: Yo me moría si te pasaba algo

Thiago: Pero no pasó nada, yo estoy acá, con vos

Mar: Sí, y no te vas a volver a ir, porque ahí te mando al hospital yo

Thiago: No creo, bastante preocupada estabas

Mar: Es cierto, mejor al hospital no

Thiago: te amo

Mar: Yo también te amo. Y mañana ni se te ocurra levantarte para ir a trabajar. Vos te quedás acá, haciendo reposo

Thiago: Depende

Mar: Depende de qué?

Thiago: Vos te quedás conmigo?

Mar: Obvio!! pensabas que te iba a dejar al cuidado de Malvina?

Thiago: No, por favor. Ahí si voy al hospital otra vez

Mar: Yo me voy a quedar acá con vos, te voy a cuidar, y a mimar mucho

Thiago: Mucho, mucho?

Mar: Sí. Todo lo que vos quieras

Thiago: Escuché bien, todo? Mirá que puedo ser muy exigente

Mar: Tampoco abuses

Thiago: Empecemos por el desayuno en la cama mañana, y después pienso cómo seguimos

Mar: Dale. Ahora a dormir

Thiago: No tengo sueño, hace dos días que duermo

Mar: Sos peor que Bruno!!!

Thiago: Pero es cierto, no quiero dormir

Mar: Y qué querés hacer?

Thiago: No se, algo… distinto?

Mar: Seguí soñando. Yo me voy a dormir

Thiago: Dijiste todo lo que quiera!

Mar: Sí, lo que quieras entre tanto sea cuando pueda volver a ser una persona, después de dormir un poco

Thiago: te tomo la palabra

Mar: Trato. Ahora sí, dormite

Thiago: Vení conmigo

Mar se acostó sobre el pecho de Thiago, y entre sus caricias, cayó dormida, después de días de no poder descansar, ahora tranquila porque el amor de su vida estaba ahí con ella, para siempre.