miércoles, 24 de septiembre de 2014

Capítulo 85

Capítulo 85:
Hacía todo el día que esa estrofa sonaba en su cabeza. Y estaba segura de que no había escuchado antes: “ No hay nada que decir ahora, no hay nada por llorar se terminó, el vacío nos quedó”. Thiago le decía que su mente estaba inventando una nueva canción. Y  a ella le pareció muy extraño, ya que muy pocas veces había escrito una canción, y no lo hacía hace años. Se sentó en el piano que tenían en la casa, intentando sacar algo. Miles de palabras se le vinieron a la cabeza, como un remolino de ideas. Tomó una hoja de papel, y empezó a escribir. escribió, y escribió. Era como si sus recuerdos volvieran a su mente, todos juntos. El dolor, el resentimiento, la angustia, la incertidumbre, la bronca, la culpa. Pero también el amor. Thiago pasó varias veces por la sala de ensayos para ver en que andaba su novia, que hacía un rato que no salía de ahí, pero ella ni siquiera se dió cuenta que él la observaba. Estaba muy concentrada. Thiago sonrió y siguió su camino.
Se pasó toda la tarde ahí. Bruno y Mora habían ido a la casa de Kendra, así que pudo escribir tranquila. A las 6 de la tarde, por fin salió, con una gran sonrisa en el rostro. Encontró a Thiago en la sala de estar, leyendo. Ella se acercó por detrás, y saltó sobre él por su espalda, lo cual hizo que, primero, el susodicho se llevara un susto de muerte, y segundo, ambos cayeran del sillón al piso por el impacto. Mar aterrizó sobre Thiago, muerta de la risa. Él intentó hacerse el ofendido, pero ante la risa tan contagiosa de ella, no pudo contenerse. Amos estaban acostados en el piso, muy tentados
Thiago: Qué pretendías hacer?
Mar: Te quería asustar, solamente
Thiago: Creo que me rompiste algunas costillas
En ese momento Mar se dió cuenta de lo que había hecho, y abrió los ojos como platos. Se había olvidado de la herida de Thiago
Mar: Perdón!! No me di cuenta! Te hice mal?
Thiago: Qué me hiciste mal?
Mar: Los puntos!! No te duelen? Soy una bruta, es que venía super contenta y…
Thiago: Mi amor!! no me hiciste mal, ni me acordaba que los tenía
Mar: En serio? Vos lo decís para que no me sienta tan mal!!
Mar intentó pararse, pero Thiago se lo impidió, sujetandola fuertemente de la cintura
Mar: Dejame pararme!
Thiago: No, quedate así. No me hiciste nada, de verdad. me gusta verte así
Mar: Así, arriba tuyo?
Thiago: Sí, también- Ambos rieron. Me refería a así tan alegre, y luminosa
Mar: Luminosa?
Thiago: Sí, se te nota en la cara. Y me encanta que te preocupes así por mí
Mar: Sos un dulce- Mar se acercó para besarlo, y él no la rechazó. La atrajo más a su cuerpo, abrazándola. Mar se levantó apenas para mirarlo, y reir por los besos en el cuello que él le estaba dando
Mar: Mi amor… Mi amor!!!
Thiago: Qué pasa?
Mar: Me hacés cosquillas
Thiago: Entonces sigo- Y siguió besándole el cuello
Mar: Pará un poco! Yo venía acá para contarte algo
Thiago: Qué me tenés que contar?
Mar: Terminé la canción
Thiago: En serio? Muy bien, mi amor!!!
Mar: Estoy muy emocionada, quedó muy linda! Pero también te venía a pedir ayuda, porque la letra ya la tengo, pero con la música no sé que hacer, el piano no lo manejo nada, y la guitarra sí, pero creo que quedaría mejor con el piano…- Ustedes la conocen, cuando Mar se emociona habla hasta por los codos
Thiago: Mar, Mar, Mar!!!!- El último de lo gritó, porque ella no dejaba de hablar
Mar: Perdón! Es que me gusta mucho todo ésto
Thiago: Yo te voy ayudar, vamos a la sala de ensayos
Mar se levantó y después Thiago, y fueron a la sala de ensayos. Thiago se sorprendió al ver muchísimos papeles arrugados tirados por todos lados. Algunos estaban cerca del piando, como si se hubieran caído, y otros yacían a varios metros. Estos habían sido arrojados, en un ataque de frustración.
No se dieron cuenta de lo tarde que se había hecho hasta que terminaron, y sus estómagos reclamaban comida. Sus hijos se quedaron a dormir de su abuela, y ellos sigueron trabajando hasta las 10:30 de la noche
Mar: Se nos hizo super tarde!
Thiago: Sí, pero la terminamos
Mar sonrió triunfante. Era cierto, la habían terminado. Con la letra de Mar, y la música que Thiago creó solo con el piano, la canción había quedado hermosa
Mar: Quedó muy bien, no?
Thiago: Quedó espectacular. La letra es hermosa, mi amor
Mar: Me acordé de todo lo que habíamos pasado, y las palabras vinieron solas
Thiago: Querés cantarla?
Mar: Me da verguenza
Thiago: vergüenza de qué? La cantaste hasta recién
Mar: Sí, pero no estaba terminada
Thiago: Dale, yo toco el piano, vos cantala
Mar: está bien
Mar tomó aire, y le hizo una seña a Thiago para que empezara. El comenzó a tocar el piano, y ella a cantar
“ del otro lado estoy, en esta situación. Todo es absurdo, no importa quien falló”
Se sentía increíble. Cantar la liberaba, la llenaba de paz
“ Tu escudo se rompió, la espada atravesó, tan solos nos dejó, sin tiempo”
“ No hay nada que decir ahora, no hay nada por llorar se terminó, el vacío nos quedó. Cada palabra es un suspiro, que muere, conmigo, del otro lado estoy”
Thiago la miraba embobado. Su voz angelical llenaba toda la sala de ensayos, y no lo dejaba concentrarse en otra cosa. Era como si el mundo se hubiera detenido, ahí en ese momento. la observaba mientras cantaba. Tenía los ojos cerrados, una leve sonrisa en los labios. Tenía el pelo alborotado, pero estaba feliz. Y Thiago sintió que nunca se cansaría de mirarla, y que se volvería a enamorar de ella una y mil veces más. Cuando terminó, ella abrió los ojos, y lo miraba
Mar: estás bien?
Thiago se había quedado colgado
Thiago: Qué? Si, si, estoy bien.
Mar: Cómo salió?
Thiago: Hermosa
Thiago se levantó y la tomó entre sus brazos para besarla. Ella se sorprendió, pero se dejó llevar por el beso
Mar: Y eso por qué?
Thiago: Porque te amo, y porque me encanta verte cantar
Mar creyó que se derretiría ahí mismo
Mar: Yo también te amo
Thiago: te tendrías que dedicar a ésto
Mar: A cantar?
Thiago: Sí, lo hacés muy bien. Podrías ser solista
Mar: Qué gracioso
Thiago: te hablo en  serio!! Te iría muy bien, mi amor
Mar: Lo voy a pensar. Ahora, vamos a comer? Me muero de hambre
Thiago: vamos, pero te advierto que yo no cocino
Mar: No te iba a dejar cocinar tampoco, no me quiero intoxicar

Los dos rieron y bajaron a la cocina de la mano, sintiendose más felices que nunca.

1 comentario: