jueves, 26 de febrero de 2015

Capítulo 111

Capítulo 111:
Mar se levantó temprano esa mañana, ya que sus bebés no tenían más sueño. Decidió dejar a Thiago dormir. Siempre le daba mucha ternura verlo dormir. Parecía tan relajado y tranquilo.
Mar decidió salir a dar un paseo con los chicos. Los acomodó a los dos en el cochecito doble que habían comprado, y salieron. Su barrio era muy tranquilo, pero a esas horas ya comenzaba a haber más movimiento.
Mariana y Juampi disfrutaban mucho salir a pasear. Sonreían a cada persona que pasaba
-Mar, sos vos?
Mar se dio vuelta y se encontró con dos chicas paradas detrás de ellas. Tenían un uniforme de colegio
Mar: Hola chicas
-No lo puedo creer! Soy una muy fan tuya
Mar: Gracias!
-Y vivmos acá, pero nunca te pudimos ver!! Sos una genia
Mar: Viven por acá? Que bueno
-Te sacarías una foto con nosotras?
Mar: Sí, claro
.-Ellos son tus hijos? Me muero, son divinos
Mar: Gracias, lindas
Las chicas comenzaron a alejarse, y Mar pudo ver a dos hombres extraños en la otra cuadra. Estaban hablando entre ellos, y la miraban.
Comenzó a alejarse, primero tratando de parecer tranquila, pero, al darse cuenta que la estaban persiguiendo, comenzó a acelerar el paso. Sentía que estaban cada vez más cerca.
De repente, sintió que una mano sujetaba su brazo. Y no lo dudó un segundo. Se giró, y le asestó un golpe a su atacante en la mandíbula. El hombre retrocedió, algo sorprendido. Pero otro más se acercó a ella. Mar intentó correr, pero el hombre fue más rápido. La tomó del brazo e hizo que ella gritara del dolor al ejercer tanta presión. El otro hombre, al que Mar habías golpeado, se acercó y le quitó el coche
Mar: Soltalos!!
-Quedate tranquila, o cobran ellos. Ahora vacía tu cartera
Mar: Dejalos ir. Yo te doy lo que quieras pero dejalos
-Una chica tan linda como vos no debería andar sola
Mar comenzó a sacar su cartera, cuando, sin pensarlo, golpeó a su agresor en la cara, para luego hacerlo en el estómago, lo que lo dejó gruñendo del dolor. En cuanto al otro hombre, lo primero que hizo fue sacarle el coche con sus bebés de la mano, ya que estaba bastante sorprendido. Luego, con un solo golpe en la garganta, logró desestabilizarlo. Agradeció en silencio a Terremoto por haberle enseñado esos golpes.
Mar tomó el coche y comenzó a correr lo más rápido que pudo. No estaban tan lejos de su casa. Giró varias veces para ver si la seguían, pero no vió nada. Los había perdido.
La puerta de la entrada de su casa no tenía llave, sino una contraseña para entrar. Y ésta llevaba a un pequeño camino que llevaba a la otra puerta, esa sí para entrar a la casa. Mar cerró rápidamente.
Thiago: Qué te pasó?
Mar estaba respirando entrecortadamente, y estaba pálida, pero a la vez muy agitada por la corrida. Ambos bebés lloraban, más por el susto
Thiago: Estás bien? Mi amor!
Mar: Sí, estoy bien. Intentaron robarme
Thiago: Cómo?
Mar: Salimos a pasear un rato, y había dos tipos que intentaron llevarse mi cartera
Thiago: Mar! Y qué hiciste?
Mar: Les pegué
Thiago: Lo decís como si fuera lo más normal del mundo
Mar: Me sacaron el coche con los nenes adentro, no podía dejarlos así
Thiago: Y no te sacaron nada?
Mar: No, me escapé
De repente, Thiago empezó a reir. Mar lo miró con enojo al principio, pero luego comenzó a reír también. La forma en lo que lo había contado era muy divertida
Mar: No es gracioso, ey. Me asusté
Thiago: Me río porque no hace falta que me preocupe. Mar, golpeaste a dos hombres que te querían robar en lugar de darles lo que querían. Sos genial
Ambos volvieron a reír
Thiago: Segura que estás bien?
Mar: Sí, no pasó nada
Thiago: Mejor. No salgas sola tan temprano y sin avisar, mi amor
Mar: Ya estoy grande para que me retes
Thiago: Pero sí, puede pasar cualquier cosa
Mar: Es que estabas dormido, no te quise despertar. Sos lindo cuando dormís
Thiago: Y vos sos una tierna. Pero la próxima avisame. Me desperté y no estabas, me asustaste
Mar: Perdón, mi amor. Me perdonás?
Thiago: No sé
Mar, sin pensarlo dos veces, se arrojó sobre Thiago y rodeó su cintura con sus piernas, quedando colgada de él. Thiago rió ante las sorpresa y ante las ocurrencias de su mujer.
Thiago: Estás loca
Mar: Por vos? Sí
Thiago: te amo
Mar: Yo también te amo,hermoso
La besó dulcemente, entre risas y caricias.

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