Capítulo 128

Hola! Sé que este capítulo no les va a gustar a muchas (a ninguna creo), pero es una parte fundamental de la historia! Lo van a entender más adelante, crean en lo que digo. Hasta yo lloré escribiéndolo! Recibí algunas amenazas sobre lo que pueda pasar... y yo sé que parece extraño y malo, pero sirve para cambiar! Les dogo que NO se pierdan el capítulo de MAÑANA, que va a ser muy importante, sobre todo para entender muchas cosas! No me odien! Jajajaja besos, mil gracias por todo y las leo mañana!

Capítulo 128:

El dolor que sentían en ese momento dentro de sus corazones era inexplicable. El sacerdote estaba hablando, pero nadie le prestaba real atención. No podían alejar sus ojos

¿Cómo es posible que alguien cambie tanto de un momento a otro? ¿Cómo es posible que simplemente ya no esté?

Esas preguntas era mejor evitarlas en esos momentos.

Estaban reunidos en una Iglesia. Cosa rara, verlos a todos allí. Para la único que asistían era para casamientos y bautismos. Y bueno, para eso.

Era la iglesia. Su iglesia. En la cual creció, el lugar donde conoció la vida por primera vez. Les pareció algo obvio hacerlo allí. Nadie hablaba. Solo se escuchaban algunos sollozos ahogados. Y sobretodo, silencio.

A partir de ese momento, odiarían para siempre las iglesias. Los recuerdos nunca desaparecerían de sus mentes

-La primera vez que la ví, tenía apenas días de nacida. Lloraba mucho, todo el día. Mis compañeros me decían que era mejor llevarla a un hogar, pero, por alguna razón, sentía que debía cuidarla. Era tan chica e indefensa… Y creo que, a pesar de todo, fue feliz. Muy feliz. Tuvo la vida que siempre soñé para ella. Hay veces que no entendemos por qué pasan algunas cosas, pero no podemos quedarnos en el “Si Hubiera”. Hay que darles un poco más que eso. Recordar de las mejores formas, es una solución para que nunca se aleje. Mis pesames a toda la familia.

La misa terminó sin que se dieran cuenta. Todo pasó sin que se dieran cuenta. Hace dos días estaban comiendo con ella, ahora se dirigían al cementerio a enterrarla.

También odiarían los cementerios para siempre. Y más en esos momentos. El césped perfectamente cortado, el silencio, las flores artificiales, la vestimenta negra.

-Alguien desea decir unas palabras? O si lo prefieren, pueden despedirse en privado

Nadie contestó. Pero sabían qué era lo que debían hacer. Cielo fue la primera en acercarse

Cielo: Vos fuiste la primera persona en la que pude confiar para contarle un secreto. Y yo también te enseñé a confiar en mí. Las dos teníamos un problema en común. Estábamos muy solas. Nunca te voy a poder agradecer lo suficiente por tanto.

Tacho: Te acordás que yo fui la primera persona a la que vos conociste cuando llegaste? Y tu saludo fue pegarme una piña, muy de vos. Hasta que te fui conociendo, y me di cuenta que eras la chica más fuerte que haya conocido. Nunca te rendiste, a pesar de todo. Nos mandamos cada cosa juntos… Te voy a extrañar. Gracias, por todo

Rama: Nosotros habíamos hecho un pacto. Si ninguno de los dos estaba con alguien cuando tengamos 40, nos casamos. Pero bueno, vos me ganaste de mano, y te casaste antes. Pero yo creo que no hubiéramos funcionado. Vos sos mi mejor amiga, y lo vas a ser para siempre. Y aunque me peleabas siempre, nunca podría dejar de quererte. Lo único que quiero en éste momento es una pelea menos, y un abrazo más. Te quiero muchísimo

Tefi: Yo… Yo al principio te odiaba. Mucho. Pero te odiaba porque vos tenías todo lo que yo quería tener, y eras todo lo que quería ser. Pero de a poco fui dejando ese odio de lado, para darme cuenta de la increíble persona que eras. Vos nunca me dejaste de lado a pesar de todas las cosas que te hice. Vos me enseñaste a quererte. Siempre estuviste ahí, conmigo. Y ahora…- Comienza a llorar- Ahora, yo sé que también vas a estar. Porque, conociéndote a vos, es imposible que te vayas. Te amo, hermana. Y te voy a extrañar cada día, pero nunca te voy a olvidar

Finalmente, Thiago dió un paso al frente. Llevaba lentes de sol oscuros, pero estaba distinto. Ya no parecía él.

Thiago: El día que fuimos con Tefi a conocer nuestra nueva casa, yo le pedí por favor, que en el patio debía incluir una fuente. No podía faltar la fuente. Porque fue ahí donde conocí a la persona más maravillosa del mundo. Ahí conocí al amor de mi vida. Y desde ese momento en el que vi tu sonrisa por primera vez, supe que estaba perdidamente enamorado de vos. Y lo sigo estando. Estuve enamorado cada día, cada minuto, desde ese momento hasta ahora.  Y nunca voy a dejar de amarte. Porque vos sos una parte de mí para siempre. Estamos unidos, y nada va a poder cambiar ese. Mi corazón está ahi, con vos. Es tuyo para siempre. No sé como voy a seguir sin vos… Sos la madre, mujer y persona más perfecta de todo el planeta. Ojalá que algún día pueda entender por qué te fuiste tan pronto. Espero que estés feliz, donde quiera que estés. Y sé que me estás escuchando. Te amo con mi alma. Te voy a pedir solo una cosa: Esperame. Algún día te voy a acompañar, y sé que vos me vas a recibir con tus brazos abiertos, y vamos a estar juntos para siempre, ya nada nos va a separar. Te extraño mucho. No sé como voy a hacer, pero te juro, mi amor, que voy a cumplir mi promesa. Te lo juro. No puedo creer que no pueda abrazarte una vez más. Ver tu última sonrisa, darte una caricia. Pero vos misma lo dijiste, nuestro pacto está escrito en las estrellas. Es un pacto que vence al destino. Te amo, hoy y para siempre.

Poco a poco, todos se fueron acercando a dejar flores sobre el cajón. Bruno se acercó un poco, pero no pudo seguir. Volvió corriendo a su lugar, abrazado a su papá, con las mejillas llenas de lágrimas. Mora estaba con Tacho. Julia dejó una flor, y se quebró en ese momento. A todos los conmovió de alguna forma ver a Terremoto llorando. Pero como no, era su hija.

Thiago volvió a acercarse con una flor, que tenía un papel atado. Nadie preguntó qué era. Era su secreto, para toda la vida. Se quedaron inmóviles hasta que desapareció por completo, y solo quedó su placa sobre el césped.

Marianella Tallarico Rinaldi, 1991-2019