domingo, 14 de diciembre de 2014

Capítulo 37

Y seguimosssss!!!!

Capítulo 37:
Al día siguiente todos debían juntarse para almorzar. Antes, podían hacer cualquier cosa. Tefi se había ocupado de todo. Junto con Malvina instalaron un SPA, podían nadar en la pileta, dar un paseo en lancha o bote por el lago, habilitaron una cancha de futbol, una sala de juegos para los chicos, y en el salón de baile, Cielo se ofreció a dictar una clase de baile y acrobacias. El lugar parecía más un hotel que una casa.
Obviamente, la feliz pareja despertó cerca del mediodía, y lo primero que hicieron fue ir a buscar a sus hijos. Bruno estaba en la sala de juegos junto con sus primos, y Mora volvía de dar un paseo en lancha
Mora: Mami!! El tío Tacho me llevó en la lancha!!
Mar: Cómo en lancha? Eso es peligroso!
Mora: Fue muy divertido!
Mar: Voy a cruzar unas palabritas con tu tío Tacho
Thiago: Mar, no pasa nada. La lancha es segura, y además Tacho no va a hacer nada peligrosos con ella
Mora: No te preocupes, mami
Mar: Vos sos muy chiquita para decirme que no me preocupe! Además soy tu mamá, y me voy a preocupar hasta que tengas 50 años
Thiago: A esa edad, Morita, es cuando recién podés tener novio. Antes no
Mora: Y pero mamá no tiene 50, y ya tuvo novio y se casó
Thiago: Bueno, pero eso es diferente
Mora: Por qué diferente?
Mar: Eso, por qué es diferente?
Thiago: Madre e hija tenían que ser. De tal palo, tal astilla. Es diferente porque…
Mar: Estamos esperando
Thiago: Porque es diferente. Vamos a buscar a Bruno, antes de que ustedes dos me maten con más preguntas
Luego de buscar a Bruno, era la hora de almorzar. Esta vez, decidieron hacerlo en el patio, que la decoradora estrella se encargó de preparar
Mar: Tacho, se puede saber por qué llevaste a mi hija a dar vueltas en lancha
Tacho: Porque la nena necesita a alguien que la divierta y la haga reir. Entre sus tíos y su papá, se aburre
Thiago: Ey!! Mora nunca se aburrió conmigo
Rama: Sí, y sus tíos la hacen reír siempre
Camilo: Eso. Mora nos ama
Tacho: Pero por favor!! Sus tíos son aburridos, y su papá es un baboso y sobreprotector. Así la nena no puede!
Thiago: Yo no soy el sobreprotector acá
Mar: Perdón? Hablás de mí? Y de paso, no me contestaste, quién te dio permiso de llevar a mi hija en lancha?
Tacho. Yo mismo, como su padrino. Además les hice un favor. La nena se estaba aburriendo, y quería ir a despertarlos a ustedes. La convencí de ir a pasear. No sabíamos con qué se podía encontrar si los iba a despertar
Mar: Con nosotros durmiendo, por supuesto
Tacho: Sí, claro
Jaz: Tacho!!
Nacho: Y pero tiene razón! Era su noche de bodas, y no somos ingenuos. Sabemos qué pasó anoche
Mar: Bueno, no entremos en detalles
Vale: Por qué te pusiste colorada, Mar?
Luca: Que? No nos quieren contar?
Nacho: Un poquito, solamente
Jaz: Un detalle
Rama: Un momento
Mar: Qué capacidad que tienen para poner nerviosas a las personas!!
Luego de lograr su objetivo, que era molestar a Mar, todos rieron ante la cara de asombro de Thiago y el sonrojo evidente de Mar. Tampoco ellos pudieron aguantar la risa, y se unieron al grupo. Y ante la carcajada general, ninguna persona pudo contenerse de la risa, y terminaron riendo todos, aunque no entendieran de qué. Era un grupo muy contagioso, la verdad.
La tarde la pasaron realizando actividades al aire libre. Hicieron un concurso para elegir al hombre más fuerte del lugar, el que pudiera levantar a más chicas a la vez. También jugaron en la pileta a una guerra de agua, que empezó como un juego de los chicos, pero que los más grandes no tardaron en sumarse. Poco tiempo después, estaban todos mojados, incluso algunos con ropa. Parecían más un grupo de amigos que se fueron a acampar de vacaciones, que un grupo de gente en una boda. Pero, era imposible que pasaran esos días como todo el mundo esperaría que lo hagan. Porque ninguno de ellos era esa clase de persona que se conforma con estar encerrado en un salón todo el día. Y eso era lo que más amaban de su grupo.

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