sábado, 10 de enero de 2015

Capítulo 68


 Mucho más de Mora en éste capítulo, como lo pidieron!!!

Capítulo 68:
Y apenas dijo ésto, todo el mundo se puso en marcha. Parecían un escuadrón antibombas. Tenían todo organizado, y se movían sin parar. En cuestión de minutos, Tefi estaba en el cuarto que habían armado para ese momento, preparado para todo. Ya habían llamado a Federico y Maira, con el teléfono que era solo para esa ocasión, y ya estaban en camino. Kika estaba realizando una ecografía, para comprobar que todo esté bien. Habían llevado a los chicos a jugar afuera, para que no se asusten.
Unos pocos minutos después, Federico y Maira llegaron, y Tefi ya estaba lista para que su bebé naciera. En toda la casa se escuchaban sus gritos. Juana, Matías, Azul y Pablo, que habían estado juntando leña, se preocuparon ante sus gritos, pero enseguida los tranquilizaron
Tefi: Negri!!!
Luca: Tefi, estoy acá
Maira: Tranquila Tefi, no te alteres
Tefi: Traela a mi hermana!!
Luca: Qué?
Tefi: Que le digas a Mar que venga! Rápido!!
Luca, sorprendido y bastante nervioso, salió al instante a buscar a Mar. Ella estaba en el patio con los chicos
Luca: Mar!!!!!
Mar: Luca! Pasa algo?
Luca: Tefi, te llama, ahora
Mar enseguida fue adentro
Thiago: Nervioso?
Luca: Bastante
Thiago: Siempre te ponés nervioso. No importa las veces que lo hayas pasado, los nervios nunca se van
Luca: Qué bueno que lo digas
Thiago: Pero va a estar todo bien, no te preocupes. Suerte
Luca: Gracias
Tefi: Morci!!
Mar: Tero, qué pasa?
Tefi: Quedate conmigo, por favor. Te necesito
Mar: Obvio que me voy a quedar
Luca: Ya está todo?
Fede: Sí, ya estamos. Tefi, lista?
Tefi: Sí - Tefi tomó las manos de Luca y Mar
Y luego de un rato, Mar salió al patio para anunciar que Paloma nació en perfecto estado, el 6 de octubre de 2018, con un sol radiante y un día perfecto. Todos festejaron la noticia.
Después de que Tefi pudiera descansar bien, por fin pudieron ir a visitarla. Paloma era hermosa. Ya se notaba el parecido a ambos padres. Las chicas se la pasaron en brazos, y abrazaron a Tefi, y los chicos felicitaron a Luca, que no pudo evitar la emoción de ver y sostener a su hija por primera vez. Todos se emocionaron con él. Los Narditos conocieron a su nueva hermana, y Martina sonrió al ver a la bebé. Incluso Mora saludó a su primita, hablando hasta por los codos como es habitual.
Mora últimamente estaba más celosa por todas las nuevas bebés que había en la casa. Alai, Martina, y ahora Paloma. Ella había sido la primera nena entre ellos, y ahora había alguien más que ocupaba su lugar. Se enojaba bastante con su padrino, y le recriminaba que ya no jugaba con ella como antes. Y Tacho, aunque tenga a su hija, sabía que Mora era su princesa y que siempre lo iba a ser, entonces cada vez que hacía ésto, corría detrás de ella para hacerla reír y jugar. Jazmín y Mar se reían de él, puesto a que siempre hacía lo mismo cuando una mujer se enojaba
Tacho: Princesa! Vos no te vas a enojar conmigo, no? Vos sabés que yo a vos te adoro, y que nunca te voy a cambiar
Jaz: Es lo mismo que me dice a mí, pero con otras palabras
Mar: A eso se le llama cola de paja
Tacho: Ustedes no saben nada. Me perdonás?
Era siempre lo mismo. Tacho le hablaba a Mora, ella le decía que sí lo perdonaba, él la levantaba y empezaba a hacerle cosquillas.
Y todos sabían que Mora sería la princesa siempre. Aunque, en el futuro pase de ser princesa de cuentos a adolescente rebelde, nunca le decían no.
También estaba un poco celosa con sus papás. Mar tenía tres ahijadas de repente, y Mora se sentía amenazada. Y para colmo, ahora venían sus hermanitos. Así que cada vez que podía, le pedía upa a Mar, o que juegue con ella, a lo que Mar le contestaba que no podía mucho, porque su embarazo se lo impedía. Entonces Mora se refugiaba en brazos de su padre en busca de consuelo. Y como saben, Thiago no se puede negar a su hija. Mora iba llorando, y Thiago la agarraba en brazos, intentaba calmarla, la consolaba, y si no lograba que deje de llorar, iban juntos a “su lugar secreto” según le dijo Mora a Mar. En ese lugar, jugaban y charlaban hasta que Mora se calmaba y dejaba de tener celos. Mar hizo todo lo posible por saber cuál era ese lugar, pero nunca lo pudo averiguar.
Pero, no le importaba. Amaba ver a Thiago consolando a Mora, aunque sean por celos. Porque, aunque le cueste admitirlo, la nena era una auténtica versión de ella, solo que en miniatura. Celosa, arisca, reservada, torpe, desafiante, curiosa, pero muy buena, dulce e ingenua.

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