sábado, 17 de enero de 2015

Capítulo 75

Lindo capítulo el de hoy! Ya falta cada vez menos!!! Gracias por todo!!!

Capítulo 75:
Ya estaba todo listo. Thiago oficiaría de partero, por supuesto. Si alguna vez vieron a Thiago nervioso, no se compara a como estaba en ese momento. Su cara estaba pálida, y todo su cuerpo temblaba. Los chicos hubieran empezado a reir, si no fuera un momento tan complicado. Rama, Simón y Vale se posicionaron a los costados de Mar. Jaz y Tacho, ayudarían a Thiago. Tacho lo miró a Thiago, y le susurró algo
Tacho: La vas a poner más nerviosa a ella
Thiago: No lo puedo controlar. No sé qué hacer
Tacho: Tranquilizate. Va a salir todo bien
Jaz: Chicos, creo que ya es la hora
Thiago se acercó a Mar y le dió un dulce beso en la frente
Thiago: Te amo
Mar: Yo te amo más
Thiago: Lista?
Mar: Sí
Rama: Dame la mano
Mar: Gracias
Jaz: Cuando quieras, Mar. Empezá a hacer fuerza
Mar tomó la mano de Rama y de Vale, y de repente, se sintió bien. Tenía a sus mejores amigos y al amor de su vida con ella. Nada podía salir mal
Pero 10 minutos después, seguía sin suceder nada. Mar ya estaba agotada
Taco: dale petisa, una más
Mar: No puedo…
Thiago: Sí podes, mi amor
Rama: Dale Mar
Vale: Solo una más
Y con sus últimas energías, Mar hizo todas las fuerzas posibles. Y segundos después, se escuchó un fuerte llanto. Jaz y Tacho sonrieron muy emocionados. Rama le dió a Mar un beso en la mejilla. Y Thiago levantó la vista hacia ella, con los ojos llenos de lágrimas. En sus brazos, tenía a un pequeño bebé, que lloraba sin parar
Thiago: Mariana
Ninguno de los presentes pudo evitar las lágrimas. Thiago le acercó la bebé a Mar. Ella la sostuvo en brazos, con los ojos iluminados y una gran sonrisa en la cara. Y Thiago las miraba a las dos, enamorado
Mar: Es tan preciosa…
Vale: es perfecta
Simón: Hola, Marianita
Rama: Felicitaciones, chicos
Pero, por supuesto, el ambiente fue cortado con otro grito de Mar. Porque todavía faltaba uno
Thiago: Vamos otra vez
Simón tomó a la bebé en brazos, y Mar sintió una angustia en su pecho al separarla de su hija. Pero en seguida, las contracciones empezaron de nuevo. Todavía tenía que nacer su otro hijo.
Así que otra vez tomó las manos de Rama y Vale, y comenzó a pujar.
Pero esta vez costó más. Ya habían pasado 20 minutos, y todavía no había avances. Ya se sentía sin fuerzas, derrotada. Intentó todo lo posible, pero era inútil.
10 minutos más tarde, comenzaron a preocuparse. La única salida que quedaba era una cesárea. Y ninguno sabía cómo hacer ésto
Thiago: Mi amor
Mar: No puedo, Thiago
Thiago: Sí podes. Yo confío en vos. Vamos a tener problemas si no lo logramos. Ninguno sabe hacer una cirugía. Por favor Mar, una vez más
Mar no sabía de dónde había sacado tantas fuerzas. pero de repente, se sintió llena de energías. Y dió resultados. Minutos después, otro llanto inundó la habitación. Y las lágrimas volvieron a aparecer. Jaz abrazó a Mar, y Vale también. Thiago apoyó al bebé en su pecho
Mar: Juan Pedro
Thiago: Te amo, hermosa. Estás bien?
Mar: Estoy perfecta
Thiago: Estuviste increíble, mi amor
Simón: Acá tienen a su nena
Y dicho ésto, dejó a la bebé sobre el pecho de Mar. Ambos parecían muy tranquilos
Thiago: Son hermosos
Vale: Son perfectos, chicos
Mar: Hola, mis amores. Los quiero tanto
Jaz: mar, cómo te sentís?
Mar: estoy bien. Gracias chicos, por todo. No podría haberlo hecho sin ustedes
Rama: Gracias por dejarnos estar acá
Thiago: Los queremos mucho, chicos
Tacho: Y nosotros a ustedes
Se abrazaron entre todos, con los dos bebés de por medio. Todos se habían emocionado al verlos nacer, porque ellos no eran hijos de amigos, eran sus sobrinos. Y los padres, sus hermanos.

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