Capítulo 181

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Capítulo 181:
Como bien dijo Cielo, el tiempo pasaba volando. A algunos les parecía una locura, pero era así.
La mayoría de los chicos ya tenían sus familias armadas y eran felices, tal y como habían soñado Cielo y Nico alguna vez para ellos. Pero las incorporaciones más recientes del hogar también daban de qué hablar.
Matías estaba mucho más controlado, ahora que tenía una hija. Al principio le costó acostumbrarse a ella. Alelí temía todo el tiempo que las abandonara en cualquier momento. Pero se estaba convirtiendo en un buen padre. Trabajaba en la discográfica de Mar y Thiago, y le iba bastante bien. Después de todo, amaba a su hija. Ambos vivían con la niña en la mansión, por ahora. Era muy raro para ellos, no estaban acostumbrados. Cielo notó en varias ocasiones que peleaban bastante. Después de todo, solo habían sido pareja por muy poco tiempo. Esperaba que no se separaran por ahora. Pero por lo menos se los veía bien.
Por su parte Juana estaba encantada con su sobrina. La llevaba a pasear, le compraba cosas y la alimentaba. Alelí agradecía interiormente su ayuda. Juana había comenzado a estudiar medicina, y le estaba yendo muy bien. Ella era una chica muy buena, y eso se notaba. Nunca dejaba de agradecer toda la ayuda que alguna vez les brindaron.
Pablo se convirtió en el “rebelde” de la familia. Por un tiempo estuvo algo desaparecido. Cielo y Nico se preocuparon mucho, pero sus amigos les explicaron que era algo típico de él. No estaba mucho en la casa. Vivía con unos compañeros de su grupo de música, y los visitaba cada tanto. Muchas veces pasaron semanas sin verlo.
Y por último, Azul. Odiada por todos al principio, ellos pensaron que ya había desistido de la idea de conquistar a Thiago. Después de todo, sabía que era algo casi imposible. Su sueño era dedicarse al modelaje, y viajar por el mundo. Pero por ahora, trabajaba en un estudio de fotografía.
Pablo: Cómo viene eso con tu nena?
Matías: Bien por ahora. Pero no sé, no me puedo acostumbrar
Pablo: Y con Alelí?
Matías: Depende del día. Yo la quiero mucho, pero…
Juana: pero qué?
Matías: No sé. No siento que sea “el amor de mi vida”
Azul: Entonces dejala, no hay muchas vueltas
Juana: No la puede dejar, Azul. Tienen una hija juntos
Matías: hay veces que solo puedo verla como la mamá de mi hija, pero también me encanta al mismo tiempo. No sé que me pasa
Pablo: estás confundido, es normal. Es todo muy nuevo para vos
Matías: Lo que más me preocupa es Delfi. Si nos llegamos a separar, qué va a pasar con ella? Yo a mi hija a amo
Pablo: Vos sabrás. Pero nunca la vas a dejar de ver, eso es seguro
Matías: espero que no
Azul: te estás volviendo todo un padre, Mati
Matías: Pero hay veces que me siento cualquier cosa menos un padre. No sé como hacer, me da miedo que ella no me quiera
Juana: Cómo no te va a querer!! Vos sabés que Alelí nunca la va a separar de vos
Matías: Eso ya lo sé
Pablo: Y con el trabajo, como venís?
Matías: Bien, por suerte. Los chicos fueron muy buenos al ofrecerme el trabajo
Juana: Ellos la quieren mucho a Alelí
Pablo: Y no te podés levantar a tu jefa?
Juana: Pablo!!! Cómo vas a decir eso?
Pablo: Qué? Acaso miento? No me vas a decir que no está buena
Matías: Sí es linda Pero nunca pensaría así. Para eso está Azul
Azul: Ya me cansé de eso yo
Juana: Por fin
Pablo: No me conseguirías algo ahí, Mati?
Matías: Dejá de joder, Pablo. Ni se te ocurra hacer nada.
Pablo: vamos a dar una vuelta? Hace mucho que no salimos
Matías: Yo me tengo que quedar con la nena, Alelí se tiene que ir
Pablo: Disculpame, el papá del año
Matías: ya lo vas a entender vos
Pablo: Nunca. Yo no voy a tener hijos
Matías: Yo dije lo mismo, y mirame ahora
Pablo negó con la cabeza, y los tres rieron. Eran un grupo de amigos muy unido a pesar de todo